Escuela De Ingles
Si bien es sabido que conocer otro idioma nos permite relacionarnos con personas de otros países, también nos da la posibilidad de vivir, estudiar o trabajar en el extranjero.
A su vez, debemos tener en cuenta que, el hecho de exponer a nuestro cerebro al desafío de aprender un idioma nuevo, hace que agilizemos la memoria y la concentración. Entre más idiomas vamos adquiriendo, más habilidades de aprendizaje desarrollamos.
U n estudio de la universidad de Cambridge examinó cómo el aprender un idioma nuevo en distintas edades puede marcar una diferencia en la manera en que el cerebro trabaja. Las personas bilingües, aquellas que aprendieron dos idiomas al mismo tiempo durante la infancia, han sido examinadas por los científicos por años. Les es fácil ver cómo el hablar fluidamente dos lenguas afecta cognitivamente a las personas. Y con los avances tecnológicos, los científicos ahora pueden tener una imagen visual de las diferencias entre los cerebros monolingües y bilingües. Todos los cerebros están hechos de neuronas, que tienen un cuerpo celular y dendritas, que son las conexiones entre neuronas. Esto es lo que se conoce como “materia gris”. Las personas bilingües tienen más de estas neuronas y dendritas que aquellas que hablan un solo idioma. Esto significa que su materia gris es mucho más densa.
Los expertos afirman que, al aprender un segundo idioma, diferente al nativo, se producen cambios positivos en el cerebro humano. El aumento de las neuronas o una mayor plasticidad cerebral son algunos de los tantos cambios que podemos evidenciar.